Imagina una plataforma online que pone en contacto a profesores que quieren dar clase de una especialidad con personas que quieren aprender sobre ella. No es difícil, ¿verdad? Ahí están Superprof, Tus Clases Particulares y un no muy amplio etcétera, pero etcétera, al fin y al cabo. Ahora imagina que esa plataforma fuera para universitarios, y que éstos pudieran filtrar a sus profesores particulares por universidad, carrera y materia.

Poner en contacto a un alumno que ha superado la asignatura de un profesor concreto de una institución concreta, que conoce los exámenes, el enfoque y las predilecciones de ese profesor que tú no acabas de saber por dónde va. Suena a único, ¿verdad? Pues eso tiene nombre y se llama Sharing Academy. Ahora, por la coyuntura del covid-19 muchos de esos «profes» online están arrimando el hombro y ofrecen de alguna forma u otra sus conocimientos y tiempo gratis.

Nos lo cuenta Jordi Llonch, fundador de esta start-up que fue tomando forma en el co-working del colegio mayor Montserrat Penyafort, en Barcelona. “En estos momentos contamos con alrededor de 10.000 usuarios y más de 700 profesores. Se ha iniciado un movimiento interno que, ante la situación actual y la incertidumbre que están viviendo los universitarios, pasa por ofrecer sus clases de forma parcialmente gratuita”. Por ahora suman 400, pero seguro que el número irá creciendo, viendo la dinámica que Llonch está palpando dentro de su plataforma, que ha doblado sus visitas desde que comenzó el confinamiento.

Solidaridad universitaria

Otro gesto más de solidaridad dentro de la comunidad universitaria para intentar paliar en la medida de lo posible las principales preocupaciones de los estudiantes. “Qué saldrá en el examen, la inseguridad que sienten con la modalidad online que proponen sus universidades –por si ésta les garantizará o no los conocimientos necesarios para aprender y aprobar la asignatura–, y la incertidumbre generada sobre la adaptación a este modelo según cada universidad son las inquietudes que más expresan nuestros usuarios”, expone Llonch.

El top 5 del ranking de universidades más buscadas en su plataforma son la UNED, la Universitat Autònoma de Barcelona, la Universitat de Barcelona, la Universitat Oberta de Catalunya, y las universidades de Sevilla, Alicante y Valencia (estas tres últimas, disputándose el último lugar). “Entre las carreras más solicitadas para buscar apoyo están Derecho, Administración de Empresas, Psicología, Ingeniería Informática e Historia, sobre todo asignaturas que tiene un perfil técnico”.

Cómo funciona Sharing Academy

El buscador que pone en contacto a profesor y alumno es muy intuitivo. Seleccionas primero la universidad donde estás cursando estudios, después la titulación y a continuación la asignatura. La plataforma te dará los resultados de aquellos maestros disponibles.

Es posible seleccionar modalidad presencial (ahora, por causas de fuerza mayor, no recomendable) u online, el rango de precio que estás dispuesto a pagar, si quieres que tu profesor particular sea hombre o mujer, y el calendario.

Además, se van creando grupos de Facebook y Whatsapp para materias específicas, de tal forma que todos los participantes puedan aportar soluciones.

Así que, ya sabes: si crees que tienes algo que ofrecer a tus compañeros universitarios en estos días, puedes apuntarte como profesor (no necesariamente ofreciendo tus servicios de forma gratuita, eso sí). Y si estás desesperado con una materia, su buscador te permitirá encontrar a alguien que comprenda tus inquietudes y necesidades con más precisión.

Una travesía por el río Aqueronte

La aventura de este emprendedor comenzó con Caronte, el usuario de un foro que ayudó a Llonch a superar una asignatura que se le resistía del Grado en Multimedia. Una de esas ironías que tiene la vida, pues, según la mitología, Caronte era el barquero de Hades que llevaba las almas de los difuntos por el río Aqueronte. Los cadáveres se enterraban en la Grecia Antigua con una moneda debajo de la lengua para pagar el peaje.

Sin embargo, el Caronte de Llonch fue un salvador anónimo que no exigió contraprestación alguna y una vez prestado su servicio, desapareció, a pesar de los intentos de este último por ponerse en contacto con él para agradecerle su ayuda. “Me dio el conocimiento específico de esa asignatura en esa universidad. Yo era el alma en pena… pero nunca supe más de él”, recuerda con humor.

Ese fue el germen de la idea que hoy se llama Sharing Academy. Poco a poco, Llonch fue dándole forma y llegó el momento de apostar fuerte. Piloto de aviación radicado en Austria, decidió dejar la compañía aérea para la que trabajaba y lanzarse de lleno a aquello que más le motivaba. Su plataforma cuenta con cinco años de recorrido, experimentando fluctuaciones estacionales, pues en periodo de exámenes la solicitud de ayuda se dispara. Ahora más que nunca, proyectos así son una tabla de salvación académica para muchos.