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Artes escénicas, formación en competencias transversales y empleo. Una tríada con éxito.

Artes escénicas, formación en competencias transversales y empleo. Una tríada con éxito.

Varios jóvenes mantienen una conversación. Cada uno está obsesionado con un tema en concreto y su objetivo es introducirlo en la charla a toda costa, pero siempre de forma pertinente. El que mejor lo haga se «lleva el gato al agua». Este es el nombre de uno de los ejercicios que hacen los colegiales del Colegio Mayor Nuestra Señora de África, perteneciente a la Escuela de Organización Industrial, en el curso de Artes Escénicas aplicadas a la (futura) vida profesional.

 

Puede parecer una actividad baladí, pero mientras lo realizan están desarrollando su agilidad mental, la capacidad de escucha, el alcance de un objetivo, la persuasión… Se conocen como «competencias transversales» y soft skills, habilidades que cada día tienen un mayor peso en el curriculum. Cada año, 15 alumnos y alumnas de este colegio mayor exploran durante un cuatrimestre el potencial de estos talleres.

 

El artífice de este curso en el que emergen teatro y formación laboral es Juan Martín Gravina, actor, director y profesor de teatro.  No sólo forma a jóvenes que aún no se han enfrentado a su primer puesto de trabajo, sino también a abogados e ingenieros, ejecutivos y empleados rasos. Con él aprenden dicción, expresión corporal y proyección de voz, pero también a observar a la audiencia y a actuar en consecuencia, a estar atentos a posibles distracciones, a captar su atención con guiños y bromas, y, en definitiva, a enarmorarla con el caso o proyecto que presentan. Bienvenidos a la era de las charlas TED, en la que, hasta los más tímidos pueden hacer una performance que marca.

 

 

«Al final, en cualquier trabajo hay que aprender a actuar. Desempeñar una profesión es desempeñar un rol y ese rol exige una determinada actuación. No basta con ser muy bueno técnicamente, tienes que saber comunicar”, nos cuenta Marta Klecker, Jefa de Estudios del Colegio Mayor Nuestra Señora e impulsora del proyecto. «Si logran aprender a presentar un proyecto, a perder la vergüenza, a controlar los nervios y el lenguaje corporal, a captar la atención… al final es una formación complementaria súper necesaria para cualquier profesión», resume.

 

Y esta necesidad la tienen asumida los jóvenes universitarios. “Al final vas a tener que hablar con tu jefe, tendrás tus ideas y querrás comunicarlas, te pueden decir que debes hacer una presentación a la compañía”, explica Raquel Sánchez, estudiante de Ingeniería Informática. Este año ha decidido repetir la experiencia y sumarse a otra edición más del curso.

 

Clase de artes escénicas aplicadas al mundo laboral en el Colegio Mayor Nuestra Señora de África (curso 2019-2020)

 

Martín Gravina, que actualmente está inmerso en adaptar este curso a personas refugiadas con CEAR, lleva tres años impartiendo este curso a los colegiales, que «lo disfrutan muchísimo, porque, sí, hay práctica, pero él es capaz de transformarlo en un juego y crea un clima de confianza propicio», resalta Klecker.

Sus formaciones también se están adaptando a la forma de trabajar que ha marcado la pandemia y que, parece, ha venido para quedarse. Porque no es lo mismo comunicar en una sala de reuniones o de conferencias que hacerlo desde el salón de tu casa a través de una pantalla. «Preocúpate por si tienes que hacer foco manual o tu cámara tiene foco fijo; dónde lo pones, que, normalmente se ha de poner a la altura de los ojos; procura que no haya mucho aire arriba ni en los costados; ten una buena iluminación; no hace falta proyectar la voz, pero prueba el micrófono… tienes que tener en cuenta otras variables para que la comunicación sea exitosa.

 

El job hopping o cómo saltar de un empleo a otro en las mejores condiciones

El mercado laboral ha cambiado y ya no sólo porque la contratación temporal vaya ganando la partida a la indefinida. Al otro lado del mostrador de este mercado, los empleados modifican también la concepción que tienen sobre su trayectoria laboral y la lealtad a una organización queda relegada a un plano residual. Es lo que se conoce como job hopping, «saltar de un trabajo a otro»,  incluso en periodos de tiempo muy cortos. Y esta es otra cuestión que los jóvenes también tienen interiorizado: “Quién sabe lo que depara el futuro. A lo mejor dentro de cinco años me doy cuenta de que mi pasión es hacer joyería, por ejemplo», reconoce Carlota Pérez, estudiante de Ingeniería en Diseño Industrial y Desarrollo del Producto, y alumna de este curso.

 

Por ello, la marca personal cobra cada día más importancia y el desarrollo de este tipo de competencias son claves para poder «saltar» de una compañía a otra de forma satisfactoria, máxime en el contexto social y económico actual. La mayor parte de los alumnos y alumnas de este curso tenían entre 6 y 8 años cuando estalló la crisis del 2008, y tienen un recuerdo algo vago sobre un periodo que afectó de lleno a la generación anterior, los millenials. «En mi casa se hablaba de crisis, pero no entendía muy bien lo que ocurría. Ahora sí», comenta entre risas. Y es que saben que se acerca una crisis, si es que ya no está aquí: «Que vamos a entrar en una crisis económica, seguro. Y no veremos los efectos inmediatamente, pero ahí está», vatizina Carlota.

 

Dibujan este panorama, sí. Todas ellas. Pero sorprende ya no sólo el realismo de sus reflexiones, sino también su actitud positiva, que en un principio podrían parecer dos disposiciones paradójicas dadas las circunstancias. Los sociólogos dicen que son dos rasgos –el realismo y la actitud positiva– que caracterizan a la generación Z. Las cuatro chicas están convencidas de que encontrarán un trabajo que esté relacionado con las áreas que ahora mismo están estudiando en la universidad. Como síntoma, los temas de conversación que suelen salir en las quedadas entre amigos y conocidos: «La verdad es que no suele ser algo de lo que hablemos con nuestra gente», reconocen Carlota y Raquel.

 

Antes de cerrar el artículo, os dejamos con algunos trucos y tips que nos ha dejado el profesor para poder ir desarrollando en casa este tipo de habilidades y no quedarnos atrás. Gracias, Juan. Y felicidades por esta iniciativa que, seguro, ayudará a estos jóvenes a estar mejor preparados.

 

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